Servicio fotográfico personalizado donde lo que prima es la comodidad de la pareja frente a la cámara, y conseguir transmitir todo lo que la pareja siente con imágenes de ese día tan especial, en el que se celebra la unión de los enamorados.
Trabajo dirigido hacia el trato personal, involucrándome completamente para crear un ambiente espontáneo y divertido y, sobre todo, de confianza. Me adapto a vuestras necesidades y gustos, obteniendo así un reportaje de boda fresco y lleno de complicidad con vosotros y vuestros seres queridos en un día repleto de emociones y sentimientos. Y eso sí, ¡la diversión como principal protagonista!
Nunca paro de crear y disfrutar, mezclando delicadeza, estilo y fotografía actual con el compromiso de destacar la belleza de cada situación, transmitir las sensaciones percibidas como artista y capturarlas a través de mi cámara.
Si después del día de la boda os apetece volver a disfrutar de vuestros preciosos trajes ¿por qué guardarlos en el armario y no disfrutarlos una -o varias- vez más? Animo mucho a las parejas a pasar un día divertido en sesiones de post-boda o, como dicen en inglés ¡trash the dress! Sirve para hacer unas fotos desenfadas una vez pasados los nervios y a vosotros el día de la propia boda os libera para pasar más tiempo con los vuestros.
Cada boda es diferente y por ello no me gusta indicar una tarifa estándar. Mi compromiso es el de ajustar al máximo los precios, pero siempre salvaguardando el compromiso con el resultado final.
Os cuento un poco cómo planteo, generalmente, mi trabajo:
Dicho todo esto, poneros en contacto para contarme vuestra historia de amor y solicitar presupuesto sin compromiso.
Espero que nos conozcamos pronto 😉